15 de Julio 2013.
Panamá, Rep. de Panamá
Escrito Original de: Efraín Casís Básmeson.
Patricia Navidad.
Al Norte de Nueva Zelanda.
Isla Norte(Tierra de la gran nube blanca)
El
misterio de la mansión Van Brenneth se corrió por todos lados, llamándole a
todas las supuestas apariciones que
pasaban por el lugar, el fantasma de Patricia
Navidad.
Catorce (14) años después, la
Mansión Van Brenneth, ahora vieja, sin mantenimiento y a obscura en atención a
la muerte del General Ovidio
Onderrwood es subastada por el
Gobernador General en franca comunión con el Gabinete y el Primer Ministro del
lugar a un portentoso magnate norte americano, con el propósito de crear un
moderno y lujoso residencial colonial para extranjeros que laboren para la
Reina Isabel II de Nueva Zelanda.
A
consecuencia de esta actividad lucrativa y social, sus objetos e interiores más
antiguos son entregados por el Primer Ministro e igualmente subastados por la
iglesia de la localidad a todos los ciudadanos para recaudar fondos para el
orfanatorio Brenneth de la localidad.
De entre tantos objetos a la venta, una
sábana obscura se cae suavemente y descubre un enorme y hermoso espejo central
enmarcado en plata y madera tallada a mano con dos (02) cabezas de búho en cada
esquina, que es adquirido por La Rectora de un muy prestigioso colegio privado
Norte Americano en un área exclusiva al norte de Pennsylvania (Pensilvania).
Una dama de mirada muy misteriosa.
A las 0700 horas del
lunes siguiente, el estudiantado inicia sus clases en cada uno de sus salones
correspondientes.
En las afueras del colegio Harrisburg,
con tan solo poner un pie (Zapato negro charol y media de lana blanca) en la entrada, una misteriosa y fuerte brisa arropa
toda el área, haciendo ahuyentar a miles de aves que pernoctaban en cada una de
las ramas de todos los árboles que inundan el lugar.
Se trata de una bella jovencita de
cabellos largos / negro azabache y de sonrisa angelical, que producto de
algunos problemas políticos de su padre en su país de origen “Inglaterra”, es
trasladada junto a su familia a los Estados Unidos de Norte América en atención
a la nueva posición de embajador de su Padre en este estado.
La
profesora la presenta ante sus compañeros:
Muy buenos días mis
queridos estudiantes, les presento a la señorita Yuyitza
Brenneth De Montavio, viene de Inglaterra y será su compañera durante este
semestre, espero la apoyen y ayuden a ponerse al día en los trabajos que hasta
la fecha se han dictado.
Inmediatamente,
la más ponderada y bella del salón la señorita Kathia Isabela Solomon,
junto a tres (03) de sus mejores amigas, se mofan de su apariencia Inglesa de
niña buena, comparándola con una monja cosechadora de uva en un viñedo
antiguo.
Yuyitza Brenneth
quedo en la misma recamara que Lorena
Hausen, hija de una muy reconocida modelo y diseñadora de moda en Europa,
pero por la pérdida de su padre el año pasado, se hizo de muy nobles
sentimientos, por lo que rápidamente Brenneth adopta la manera moderna de
vestir de las modelos Europeas y Lorena la del estudio de Brenneth.
Pasaron algunas semanas sin
que sucedieran mayores novedades, hasta que una noche, Yiyi como de cariño le
decía su amiga Lorena a Brenneth, escapadas de su habitación, fueron a
curiosear para saber ¿de qué se trataba la reunión que cada noche hacían a
escondidas de la Rectora del colegio, la jovencita Kathia Isabella Solomon ó
como sus amigas le decían KATHY.
Kathy y sus amigas
junto a un grupo de amistades, se encontraban sentadas en el piso de un gran
salón de proyecciones antiguas con las luces apagadas pero con muchas velas
encendidas, frente a un gran espejo cubierto por una enorme sábana blanca.
Kathy la cual dibujaba algo en una página, le
pide a uno de los muy atractivos muchachos que estaban con ellas, que les haga
un baile erótico y prohibido, pero para darles más ambiente al momento, una de
las amigas, arranca la sabana del gigantesco espejo, cuál cae lentamente al
suelo corriendo de inmediato una suave briza fría en el gran salón, que afectó
también a nuestras curiosas invitadas.
El
espejo es bellísimo exclamaron casi todos, parecían estar hipnotizados,
embobados por su extraña belleza. De pronto rompe el silencio la risa fuerte de
Kathy quien les dice en tono mofo,
¡Heyyyy!, pero que les pasa a ustedes,
vamos a bailar
Y
mientras bailaban, el reflejo de una sombra extraña se ve pasar adentro del
espejo sin que ninguno de los jóvenes se percatara, pero Yiyi si, la cual le
dijo a Lorena;
Lorena ¿Qué fue eso, viste esa sombra?
Pero
Lorena, tampoco había visto nada., fue entonces que una fuerte briza azota las
20 ventanas que había alrededor del gran salón entrando un frio blanco
fantasmal dejando al gigantesco espejo totalmente empañado.
La
situación lleno de pánico a los jóvenes quienes se vieron obligados a correr
del salón, antes que por el fuerte azote de las ventanas llegara alguien.
La
curiosidad de Lorena la lleva a salir de su escondite y bajar al salón para ver
qué era lo que escribía Kathy en la
hoja que se le había caído al salir espantada.
Lorena
descubre que son bosquejos robados de su mochila en horas de la mañana de
diseños que había hecho Lorena para su madre la diseñadora, a los que Kathy les ponía su nombre para
mandárselos a diseñadores en el extranjero.
Mientras
que Lorena veía e insultaba la hoja que en sus manos tenía, Yiyi descubre que una placa metálica en
el centro del enorme espejo que dice DAGOR DOGORATH, que más tarde buscaría en la biblioteca y
descubriría que significa Batalla Final.
Pero al darse la vuelta para consolar a
Lorena, una enorme mano fantasmal con garras afiladas estuvo a
punto de agarrarla, cuando de pronto se encienden las luces de todo el edificio
y Yuyitza y Lorena salen corriendo un segundo antes que entrara el viejo
celador y viera el montón de velas apagadas en el piso.
Pasaron algunas semanas y
algunos sucesos paranormales aislados se fueron dando en el colegio Harrisburg,
como: Puertas que se rajan solas, paredes que sangran y estatuas de cemento que
misteriosamente se derriten.
En atención a los últimos
acontecimientos, las especulaciones de fantasmas y brujas
empezaron a circular por todos los pasillos, hasta que Kathia en su afán de
sobresalir, una tarde le sustrae de su habitación el Diario personal de Yuyitza
Brenneth en donde delante de sus amigas en el salón, empezó a burlarse de la
extraña curiosidad de ella por el espejo del gran salón, el cual había
descubierto que era de la Mansión de su abuelo el General Ovidio Onderrwood y la Condesa
Angélica Van Brenneth de Montavio de quienes su hija desaparecida era
llamada PATRICIA NAVIDAD, nombre que
le empezaron a replicar a Yuyitza en son de burla, tanto que la hicieron llorar
cayendo de rodillas al pido, pero Lorena le arranco el Diario de sus manos y
ayudo a Yiyi a levantarse, defendiéndola de estas crueles adolecentes.
Lorena se llevó a Yuyitza al
pasillo y al cerrar la puerta, algo extraño empezó a suceder en el salón, la
puerta se derritió casi sellándose, los
vidrios se tornaron rojo, el piso se rajó en forma de equis (X) y
la pizarra reflejaba como un espejo a los estudiantes los cuales
asustados y curiosos se acercaron a él y cuando lo tocaron, parecía agua.
El
cielo se tornó obscuro y tétrico, el viento se convirtió en ráfaga y ente nubes
se daban enormes destellos eléctricos.
Luego la pizarra cambia de tono a blanco
brillante y empieza a succionar todo y a todos los que estaba en
el salón. Los estudiantes intentaron
agarrarse de lo que pudieron para no ser tragados por esta manifestación, pero
les fue imposible y cada uno de ellos desaparecieron dentro de la fuerte luz de
la pizarra.
A los pocos minutos la profesora
llega al salón para impartir su
lección y se sorprende al entrar al salón y ver todo en orden, pero ni rastros
de los estudiantes ni de sus útiles.
Es
como si nunca hubieran estado ahí, pero al darse la vuelta una enorme mano
demoniaca sale de un cuadro “por cierto muy espantoso” que estaba en el
pasillo y se lleva también a la Profesora.
En
su recamara, Yuyitza cansada de las burlas de sus compañeros, se arman de valor
y le dice a Lorena.
Yuyitza: Ya sé que es lo que está pasando, es Patricia
Navidad.
Yuyitza: ¡Patricia Onderrwood!, la hija desaparecida de la
Condesa Angélica Van Brenneth, no nos quiere molestar, nos quiere advertir del
mal que ha llegado a este colegio y ya sé por qué y ahora sé que solo yo la
puedo detener.
Lorena: ¿Tu, pero porque tú?
Yuyitza: Porque soy una Onderrwood.
Afuera
del colegio volaban sobre ella miles de cuervos formando un terrorífico aro,
justo sobre el edificio principal.
Todo
el estudiantado y el personal docente estaban aterrorizados, algo extraño
pasaba.
Las puertas de hierro
empezaron a derretirse, a los árboles se les empezaron a caer las hojas, cada
una de las uniones eléctricas empezaron a echar chispas y el timbre de la
escuela de la escuela sonó tan fuerte que exploto y cayó sobre el vidrio
delantero del vehículo de la rectora.
Nadie podía salir del
colegio y el pánico se apodero de todos.
Mientras tanto,
adentro del colegio la situación se tornaba violenta.
Las escaleras de cemento de
empezaron a derretir, como impidiéndole el paso de Yuyitza al gran salón.
Dos
(02) grandes estatuas de Gárgolas se derritieron y las espadas de metal que
empuñaban con ardua gallardía cayeron sobre la entrada del gran salón en donde
estaba el espejo, formando una equis (X), pero aun así nuestra Joven heroína y
su amiga Lorena Hausen con algo de temor las cruzan por abajo, segundos antes
que se terminaran de derretir las gárgolas, cayendo una al lado de la otra
bloqueando la entrada principal.
Ya
dentro del gran salón lo que vieron nuestras protagonistas las dejó petrificadas.
Del
espejo salían destellos eléctricos y ráfagas de humo blanco y azul con formas
escalofriantes, el piso se agrietaba más y más emergiendo de ellos una bruma
muy caliente y mal oriente, de los cuadros empezó a salir una baba verde en
donde se veían pequeñas siluetas humanas ahogándose y pidiendo ayuda.
De
pronto, los cuervos que volaban sobre el Colegio Harrisburg, empezaron a
defecar sobre los vidrios superiores del gran salón.
Afuera,
la tormenta empezó a azotar con fuerza y los rayos caían sobre casi todos los
arboles de los alrededores.
Fue
entonces que del espejo se escucha uno voz gritar:
Voz en el espejo: Salgan de aquí, váyanse ahora o las
atrapará, las atrapará.
Y
luego de decir esto en tres (03) ocasiones, se escucha a la misma voz gritar de
desesperación.
Esto
hizo que Yuyitza se armara de valor y sorteando obstáculos de todas clases,
incluyendo la caída de un enorme candelabro casi sobre ellas y los vidrios que
salieron del candelabro, se levantaron como estalagmitas (Puntas de vidrio
hacia arriba)
como queriendo
agarrar a Yuyitza Brenneth y esta al intentar correr hacia atrás, se tropieza y
al levantar su mirada, se da cuenta de que su amiga Lorena se había trasformado
en una horrible bestia.
Fue
entonces cuando en la puerta de la entrada aparece de la nada, La Rectora del
Colegio Harrisburg gritando.
Rectora: Llévatela,
llévatela a tu mundo como has hecho con las demás y dame más poder que por eso
te traje a este colegio.
Fue
entonces que Yuyitza comprendió todo y se dio cuenta que la rectora practicaba
magia negra y sabía los poderes que el espejo contenía.
Yuyitza se
veía perdida, cuando de pronto, todo en el salón comienza a elevarse y a
incrustarse lentamente en el techo y otra en el piso como si fuera arena
movediza.
Los cuervos que volaban sobre el colegio, se
enfurecieron y entraron en picada a
través del techo de vidrio del gran salón, pero antes de llegar a estrellarse
contra Yuyitza, un escudo de luz muy brillante en tono azul cielo la rodea y
lanza contra la pared a Lorena ahora convertida en Mounstro aterrador
desmayándose por el golpe, a la rectora contra una pilastra y al enorme ser que
salía del espejo.
Yuyitza
levanta la mirada y se percata que era la hija desaparecida de la Condesa Angélica Van Brenneth de
Montavio.
Patricia Navidad: Estaba
saliendo del espejo, tenía la cabellera negra azabache y larguísima, brillaba
en su entorno en tono suave verde y blanco y lanzaba ráfagas de viento contra
la enorme bestia que al debilitarse, el piso y el techo se endurecieron y todo
los muebles y cosas que no había pasado del todo se iba incrustando arriba y hacia abajo, incluyendo a algunos desesperados
y desafortunados cuervos, mientras los otros lograban salir por el techo ahora
roto del colegio.
La rectora
intento levantarse para salir huyendo, pero un rayo de luz la invade, ella
voltea a ver y era Yuyitza Brenneth.
Algo
le había sucedido, parecía poseída y sus ojos brillaban en vida. De sus manos
salían luces y humo blanco.
Patricia Navidad
levito suavemente hacia Yuyitza y juntas colocaron las palmas de sus manos a la
enorme bestia y esta se empezó a revolcar de dolor, una fuerte briza entro al
lugar que se convirtió en un remolino que empezó a absorber a la temible bestia.
Este remolino lo
envolvió e hizo dar vueltas hasta destrozarlo y cada uno de los pedazos desapareció
en millones de pequeñas explosiones de luces.
La rectora agarró
un florete y al verlo muy chico, arranco una espada de la pared y se abalanzó
contra Yuyitza, pero Patricia Navidad se interpuso y le dijo en voz muy alta:
Patricia Navidad: Ve con la bestia que tú
llamaste a este colegio y cumple tu condena por las muertes que provocaste en
este mundo, ve y cumple tu destino.
Entonces, de
los ojos de Patricia Navidad salen
ráfagas de luces muy brillantes que dan con la Rectora, la elevan casi 06
metros sobre el piso y la lanza contra el poderoso tornado, del cual empiezan a
salir enormes relámpagos, dando uno en Yuyitza la cuál despierta de su aparente
encantamiento, reaccionando a lo que estaba pasando.
Otro dos (02) relámpagos dan sobre
Lorena Hausen, liberándola del encantamiento y volviéndola
a la normalidad, cayendo semi-desmayada al piso y uno
muy fuerte sobre la pared que da al patio, permitiendo que todos afuera vieran
lo que sucedía adentro.
Poco a poco el
tornado se fue desvaneciendo y la brisa se volvió Tenue y agradable, poniendo a
Yuyitza frente a Patricia.
Yuyitza:
¿Eres Patricia Onderrwood? ¿Eres la niña desaparecida?
Patricia: Si,
soy la hija de la Condesa de Montavio, soy parte de tu familia, llevas mi
sangre.
Yuyitza: ¿Mi
sangre?
Patricia: Si,
por eso pudimos derrotar a la bestia, yo sola no podía hacerlo, desde que
pusiste un pie en este colegio la puerta del espejo empezó a abrirse. Intente
avisarte de varias maneras, pero no tuve éxito. A Dios gracia tu intuición y la
sangre de nuestra familia te brindo sabiduría para saber qué hacer.
Yuyitza: Mis amigas…….. ¿Murieron?
Patricia: No………... Mira el espejo.
Yuyitza: ¿El Espejo?
Y al
voltearse lentamente a ver hacia donde le señalaba Patricia Navidad, sus amigas y todos a los que había subsionado el
espejo salían algo desorientados, sucios, desaseados, barbudos y mojados, como
si hubiesen pasado semanas perdidos en el desierto y luego bajo una cascada de
agua helada.
Los
que estaban afuera quedaron estupefactos con lo que presenciaban. Sus
estudiantes saliendo de un espejo.
Pero
también salieron muchísima gente desorientadas con vestimentas de épocas bien
antiguas.
Yuyitza: Ahora puedes venir con
migo, te llevare con tu familia.
Patricia: No, no puedo. Ya no pertenezco a este mundo. Mi familia
está aquí.
Yuyitza: ¿Aquí, en donde?
Patricia le señala a Yuyitza que
vea atrás de ella y sorprendentemente ahí estaban los padres de Patricia
Navidad, el
General Ovidio Onderrwood y la Condesa Angélica Van Brenneth De Montavio, los cuales caminan hacia ellas y se dan un
gran abrazo.
Y
luego de darse un gran abrazo, una luz azul muy brillante los envuelve
suavemente desde el cielo y comienzan a elevarse ante la mirada atónita de
todos.
Se sentía
un aire de paz y armonía en el ambiente.
La policía y los bomberos
llegan y abren a la fuerza los portones de la entrada y empiezan a socorrer a
los presentes.
Mientras en el gran salón,
Yuyitza y Lorena se dan un gran abrazo y se acercan sigilosas al espejo y lo
ven entero y con uno de los zapatos de la rectora frente a él.
Así que sin pronunciar palabras,
cada una agarra un ladrillo y lo lanzan a la vez al gigantesco espejo,
quebrándolo en miles de pedazos, acabando con la maldición para siempre… ¿Ho
no?
Seis (06) meses después.
En
el área verde del colegio Harrisburg, con sitios aun en reconstrucción y algunas nuevas construcciones para olvidar el pasado, se celebra con gran ánimo la
graduación del alumnado y todos con honores reciben su título y se dan un gran abrazo grupal;
Yuyitza, Lorena y Kathia Isabella Solomon, ahora grandes amigas.
Pero
mientras todos celebran su graduación, un misterioso hombre vestido de negro,
con sombrero negro y con un pin o broche con la bandera de Nueva Zelanda en la
solapa de su gabardina, recorre los alrededores del colegio y descubre en una
esquina, cerca de una gran piedra, un pedazo del espejo que recoge con sus
manos, en donde lee la placa que aún
permanecía incrustada que decía DAGOR DOGORATH, mira al cielo y se sonríe de manera demoniaca.
Entonces,
se va caminando de entre el público hacia las afuera sin que nadie le prestara
mayor atención y se interna en un bosque cercano, desapareciendo de entre una densa
neblina, en donde se escucha la risa de la Rectora ahora desaparecida, tan
fuerte que todos los pájaros del bosque salen despavoridos.
¿Quieren saber lo que
sigue?.................................................................
PROTAGONISTAS PRINCIPALES.
Particia Onderwood De
Montavio (Patricia Navidad)
Gral. Ovidio Onderwood Vanblaster
Condesa Angélica Van Brenneth De
Montavio
Yuyitza Brenneth de Montavio (Yiyi)
Lorena Housen Escalina
Madanme Olivia Rombauster
(Rectora de Harrisburg)
Kathia Isabella Solomon (Kathy)
Observaciones adicionales
Los dibujos e imágenes son cortesia de Googles.
Los puntos geograficos específicos son ficticios.
Agradecimineto a Nueva Zelanda, un bello país que siempre
está de alguna manera en mis escritos
por su gran belleza y nivel de inspiración.
Gracias a Dios y a la Virgen María por permitirme demostrarle estas páginas al mundo.